Si creías que el marketing en hostelería era simplemente abrir las puertas y esperar que los clientes lleguen, ¡bienvenido al siglo XXI! Aquí, atraer comensales es tan estratégico como elegir entre tortilla con o sin cebolla: te puede costar clientes si no lo haces bien. Vamos a ver cómo el marketing digital es clave para cualquier restaurante, bar o cafetería que quiera que la gente no solo entre, sino que también vuelva… ¡y deje buenas reseñas!

El marketing hostelero: una estrategia tan necesaria como el aceite para freír 🍳
Pongámonos serios (o no tanto): si tienes un restaurante, una cafetería o un bar, ya sabrás que esperar que los clientes lleguen solos es tan arriesgado como dejar el café en la barra sin tapa. El marketing en hostelería no es una opción; es como ese toque de sal que hace que la comida sepa bien. Y cuando hablamos de marketing digital, aquí es donde la cosa se pone interesante: estamos hablando de Google My Business, redes sociales, influencers, y sí, algún que otro truco para hacer que tus croquetas se vean más fotogénicas que un modelo en un anuncio de colonia.

Hoy en día, atraer clientes a un restaurante es más estratégico que elegir entre menú con o sin gluten: el marketing digital es el menú especial para que tu local no pase desapercibido y, además, tenga una personalidad que lo distinga. Porque, seamos realistas, el negocio de la hostelería no va solo de servir buenos platos; va de crear experiencias y de conseguir que tus clientes se enamoren tanto de tu local que vuelvan, repitan… y te recomienden.

¿Preparado para descubrir cómo transformar tus recetas en imanes digitales? Aquí van unas estrategias con las que tu local pasará de ser “ese sitio de la esquina” a “el lugar donde todos quieren estar.
1. Google My Business: la alfombra roja digital para tu restaurante 🍔
Abrimos con Google My Business, ese gran amigo que le dice a la gente: “Oye, este sitio tiene buenas patatas bravas y la cerveza fría”. Si tu negocio no está en Google, es como si existiera en una dimensión paralela; nadie te va a encontrar. Además, actualízalo siempre, porque nada espanta más que un horario desfasado que haga que los clientes lleguen y se encuentren el lugar cerrado.
Tip pro: responde a las reseñas como si fueras el maître digital. A los que ponen 5 estrellas, les agradeces como si fueran tu primo favorito, y a los críticos… también, pero con sutileza. ¡Nada de contestar en modo “Chef enfurecido”!
2. Redes sociales: donde una foto de tu plato puede dar más hambre que una dieta de lechuga 📸**
Instagram es el lugar ideal para hacer que tus platos parezcan obras de arte dignas de museo (o, al menos, de una buena devorada). Sube fotos que hagan pensar a tus seguidores “wow, tengo que probar eso o no podré morir en paz”. Pero ojo: no solo se trata de la comida. Los clientes también quieren ver el ambiente, el equipo (porque, vamos, todos queremos saber quién preparó esos churros con tanto amor) y, sobre todo, ofertas irresistibles.
Y si piensas que un plato de sopa no puede ser sexy… bueno, quizá tengas razón. Pero inténtalo con un ángulo distinto, buena luz y, por supuesto, ¡filtros a tope!
3. Influencers locales: ¡cuando un post vale más que un cartel de “menú del día” en la calle! 🌟
No hace falta que llames a las Kardashian para promocionar tus tapas (a menos que puedas y entonces, ¡adelante!). Con unos buenos influencers locales tienes todo lo que necesitas. Imagínate: influencers de comida, viajeros y gente que ama las croquetas. No solo hablan de tu restaurante, sino que lo hacen desde el prisma de “experto en comer” que todo el mundo escucha.
Y claro, si invitas a un influencer, prepárale algo que realmente impresione. Porque si su post es memorable, tus croquetas se volverán más populares que el último viral en TikTok.
4. Ofertas irresistibles: porque nadie dice “no” a una buena promoción (y si la rechazan, no son de fiar) 🤑
¿Quieres llenar tu local los martes a las 4 pm? Fácil: lanza una promoción de 2×1 en desayunos o algo que haga que hasta el vecino pida reserva. Pero cuidado con las “letras pequeñas”: que la promoción sea clara y que nadie sienta que le has prometido caviar y le das una tostada sin mantequilla.
La estrategia es ofrecer algo que te haga especial. Porque si tu oferta es buena, los clientes irán y lo contarán, y ahí es cuando el marketing boca a boca hace su magia.
5. Humor y storytelling: cuando el menú tiene más chispa que una comedia romántica 🎭
Aquí tienes una estrategia para atraer a esos clientes que aman el buen rollo: usa el humor en tus redes sociales y tus menús. Un cartel de “aquí se fríe con amor (y aceite limpio)” o un post en Instagram que diga “No sabemos qué pedirás hoy, pero seguro que te va a encantar” puede ser más efectivo que una carta entera de platos.
El storytelling crea conexión. Si cuentas la historia del restaurante o compartes anécdotas graciosas de la cocina, los clientes sienten que tu local es un sitio auténtico, y no solo otro bar en la esquina.
El marketing hostelero es tan estratégico… como un huevo bien hecho
Así que ahí lo tienes: el marketing en hostelería es tan estratégico como saber cuándo voltear un huevo frito sin romperlo. Porque sí, el objetivo es que tu restaurante esté lleno, pero también que los clientes salgan contentos, hablen de ti y, lo más importante, ¡quieran volver! Así que la próxima vez que pienses en marketing, recuerda: no subestimes el poder de una buena foto, un influencer local y, claro, un plato irresistible. 😋